martes, 3 de julio de 2007

El circo de los debates





Señoras y señores, sean bienvenidos a unos de los espectáculos mediáticos más esperados de la temporada política, un auténtico circo en su expresión más pura. Vean aquí, unas cuantas directrices, con las que cada año nos deleitan sus protagonistas:


Para empezar, sentando bases, aquellos que gobiernan comienzan su actuación subidos en una nube de algodón rosa, obligados a decir lo maravillosamente que miran por el bienestar de todos lo ciudadanos y las indudables mejoras que tienen previstas en un futuro (no muy lejano). La tragedia entra en escena cuando escuchan la crítica de la oposición (momento de tensión y clímax). Cual toros incitados por pañuelos rojos, despojan tras de sí la arena con sus pezuñas mientras expiran la mayor cantidad de aire posible y se lanzan veloces a una lucha ridícula, sin sentido o escapatoria posible.


Por contra, el papel interpretado por la oposición, será como mínimo detestable. Basta destacar la lista interminable de los reyes magos, enumerada en cierto tono apocalíptico con todos los fracasos del gobierno, (ya sean ciertos o inventados) como si el mismísmo Nostradamus estuviera presagiándola. Obviamente, para hacer su representación más atractiva, se le añadirá a todo lo anterior, una expresión continua de venganza e ira de la mano del máximo (por desgracia) representante del bando contrario.


En un segundo plano, no he de olvidar la intervención de los partidos minoritarios... aquellos a los que se les concede un generosísimo espacio de tiempo interventivo y sobre todo una excelente posición a la hora de mencionar sus discursos. Claro que sí, quién mejor que los políticos para representar la igualdad de condiciones en todo tipo de campos, y a ser posible reflejada en el marco de cada una de las sesiones del Congreso.


Todo ello (cómo no), estará ambientado con una banda sonora de vergonzantes risas y aplausos a los suyos, abucheos y pataletas a los contrarios (de aquí a un patio de colegio, poca diferencia).


Por supuesto, el guión está completamente definido y sellado desde sus comienzos: nada de autocrítica por parte de unos, nada de propuestas constructivas por parte de otros. Cada uno está encauzado en una lucha personal entre partidos, despegando completamente los pies del suelo. En cuanto pierden o sienten perder poder, se desprende con ello todo sentido de perspectiva posible que les lleva a una lluvia continua de reproches y calumnias.


Cómo broche final, destacar las últimas incorporaciones y novedades de este año: el tiempo más qué limitado (agradecido por todos nosotros) y la actitud aséptica de un árbitro (Marín) más que cansado de todos y cada uno de ellos.


Lo dicho... Ladies & Gentlemen: pasen y vean....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienes más razón que un santo Bea. Yo, que llevo dos meses a régimen de este circo político, estoy empezando otra vez a digerirlo y lo único que me entran son arcadas. La oposición, si cabe, va a dar mucha más coña en los meses que quedan hasta las elecciones generales, así que vayamonos preparando...